domingo, 12 de mayo de 2013

La Alegría llegó a Boedo



Después de 105 años de vida, San Lorenzo cumplió su sueño, salir campeón de la Copa Libertadores de América ganándole en la final nada mas ni nada menos que a Boca Juniors por 4 a 3 en la bombonera.

No todos los días se viven este tipo de situaciones, y esta vez le ocurrió al elenco que dirige Alberto "Beto" Acosta, dar la vuelta olímpica en la misma bombonera, ante mas de 55.000 espectadores que no podían creer lo que estaban viendo. Queda claro que fue uno de esos partidos que quedan grabados en la memoria, y en la historia del fútbol mundial, ya que estas cosas no tienen precedente alguno.
Un encuentro que comenzó con Boca como amplio dominador, recordando que en el partido de ida habían terminado 0 a 0 y que solo servia ganar. Generando clara situaciones de gol de los dirigidos por la dupla Palermo y Schelloto. A los 10 minutos del primer tiempo, abrieron la cuenta los xeneizes con gol de Ribair Rodriguez de tiro libre dando el 1 a 0 tan buscado; el tiempo seguía pasando y a lo 44 y 45 minutos consecutivamente amplio la diferencia Lucas Viatri, que parecía ser su noche y así finalizaba el primer tiempo. En la segunda mitad todo cambio, San Lorenzo fue el que propuso mas, parecia que fueron once gladiadores los que salieron a jugar y no aquellos jugadores que estaban recibiendo una paliza, porque en 15 minutos el partido estaba 3 a 3 con goles de Fabricio Colochinni a los 5 minutos, Denis Straqualursi a los 7 minutos, y a los 14 minutos, quien va a ser sino Leandro "Pipi" Romagnoli de media chilena. Pasaban os minutos y el partido se volvió friccionado con ambos equipos en busca de la gloria, con patadas, manotazos y con un arbitraje de Juan Pablo Pompei para el olvido y que significo su retiro de esa profesión ya que sufrió una rotura de ligamentos cruzados, producto de un choque contra el banco de suplentes de Boca, y tuvo que dirigir Patricio Lousteau quien se encontraba como arbitro suplente.
Se acercaba el final del encuentro y a los 43 minutos apareció otra vez el "Pipi" Romagnoli y definió el resultado. Todo fue algarabía y festejo, un espectáculo deportivo con todas las letras, pero por sobre todas las cosas, una muestra de coraje frente a la adversidad del resultado en contra. Solo puedo decir que fue un partido para recordar y un equipo del que nadie se va a olvidar jamas.  

Gonzalo Machuca

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