Por Nicolás Farina,
Marta Dillon nació en Buenos Aires en 1966. Es periodista, pero sobre todo, una de las más grandes luchadoras por los derechos de la mujer y contra la violencia de género en
Alejandro Ross, Albertina Carri, Furio, Marta Dillon, Nana (la hija de Marta), y el hijo de Nana. |
Dillon tuvo
una infancia de lo más complicada. Es la mayor de sus tres hermanos, cuestión
que la llevó a tomar muchas responsabilidades. Sus padres se separaron cuando
ella apenas tenía 7 años. A los 9 años vivía en una casa que su madre compartía
con compañeros del movimiento
revolucionario. A los 10 años va a
suceder lo que la marcará para el resto de su vida, la irrupción dela Fuerzas Armadas
en su casa, y la captura de su madre. “El secuestro para mí implicó no sólo que
ya no estaba mi mamá, sino que ya no estaba nada del mundo que yo había
conocido. Ni esa alegría, ni mis amigos. Fue arrasador”, años después comentaba
Marta.
suceder lo que la marcará para el resto de su vida, la irrupción de
Luego, se fue a vivir con su
padre, pero la mala relación con su madrastra hizo que fuera castigada varias
veces, y hasta la mandaron a un internado en Suiza. Marta, a pesar de sus
problemas con la familia, terminó la escuela, inició dos carreras
universitarias y a los 20 años se fue a vivir con su novio. Año también donde
decidió que su vida profesional iba a estar relacionada con el periodismo. A
las 21 tuvo su primera hija y a la edad de 28 años, en 1994, se enterará del
resultado positivo de su análisis de VIH.
A partir de 1995 se convertirá en
una de las referentes de la organización HIJOS. “A todos los hijos e hijas esa
historia nos ha influido de algún modo particular, y todos compartimos algo de
la experiencia. El aislamiento fue fortísimo para todos, no sólo para mí, que
ya era una nena grande y me acuerdo. Por eso fue tan fuerte la experiencia de
HIJOS: porque era encontrarte con gente a la que no tenías mucho que explicar.
Esa fue la parte más poderosa de todo eso, saber que hay un lugar al que
pertenecés. Y hay personas de ahí que van a ser mis hermanos siempre”,
comentaba Marta por esos años.
En 2005
conoce a Albertina Carri, cineasta, y también hija de desaparecidos, la mujer
que luego de la sanción de la Ley
de Matrimonio Igualitario se convirtiera en su futura esposa. Y en el 2008
gracias a la ayuda de un amigo de ambas, Alejandro Ross, y de un largo y por momentos depresivo
tratamiento, Albertina pudo quedar embarazada y dar a luz a Furio. "Ahora
parece que sucedió todo muy rápido", dijo Carri. "No fue muy
complicado tomar la decisión, casi como que estaba escrito. Yo hacía rato que
tenía ganas de tener un hijo, pero no había encontrado el formato. Sabía que
sola era una locura. Y cuando lo decidimos con Marta, fue ella la que eligió
que tuviera un padre. A mí en un principio me parecía un lío; una persona más. Pero
después me gustaba la idea de que tuviera una familia fuera de casa. Tené en
cuenta que ésta es una familia sin abuelos.". "A mí, la idea de
concebir con un semen comprado siempre me hizo un poco de ruido, sin juzgar a
quienes lo hacen", dijo Dillon. Frente a críticas Marta contestaba, que
“el gran tema son los hijos" y que "hay una idea de hagan en la cama lo que quieran, pero nada
de chicos. Como si una pareja y una familia fueran sólo una
cuestión de la cama." "Eso
es lo que hay que desarticular", dijo Carri. "Ser lesbiana no es
exclusivamente lo que hacés en la cama, sino que también es una postura política,
por sobre todas las cosas. No es una cuestión de la intimidad decidir ser gay o
lesbiana. Es una expresión de identidad."
Marta
Dillon es la clara imagen de la mujer luchadora, de la de más de mil batallas,
de la que tuvo que superar diversas situaciones, separación de sus padres,
muertes, enfermedad, discriminación, etc., pero aun así sigue levantándose y
luchando por la igualdad de género, y por memoria y justicia.
Es una
mujer que lucha por la desnaturalización, plantea que el papel de la mujer en
la sociedad sigue siendo el de “hacer las tareas domésticas” y que el problema es que “muchas hoy todavía
lo eligen por propia decisión”. Aunque reconoce avances, dice que “no nos hemos
liberado de todo, seguimos haciéndonos cargo de algunos roles que no han
cambiado”.
Por otro
lado, es una constante en sus escritos ver cómo realiza un análisis de los
medios, y como denuncia que estos contribuyen a aumentar la desigualdad de
género. Tanto en los tratos banales que se desarrollan en las notas referidas
con los gustos de las mujeres, como a los lugares de trabajo que ocupan las
mujeres en los medios. “No
ocupan puestos de decisión, se les esquiva el trabajo en algunas secciones como
Política, pero se las habilita en notas sobre maternidad, vida cotidiana, moda
y diseño.”
Marta es eso, una luchadora, una
ejemplo, una mujer que intenta realizar su vida, ser feliz, sin renegar de su
pasado, su pasado es su presente, es su vida, y lucha por la construcción de un
mundo distinto, donde haya memoria, verdad y justicia por los sucesos ocurridos
en la ultima dictadura militar, y por la igualdad de género y la diversidad
sexual.
Fuentes:
Bien registro, investigación y estructura. Es más directo poner la fuente al lado de la frase tomada de ella.
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