Asesinaron a un hombre de 30 años con un cuchillo, anoche a
las 23 horas, en la intersección de Av. Ovidio Lagos y Bv. Seguí, cuando salía
del banco luego de cobrar un premio de la lotería nacional por un importe de 1
000 000 de pesos.
La víctima se llamaba Rubén Ramírez, tenía 30 años, era casado,
tenía dos hijos y era empleado en un taller mecánico. Según nuestras fuentes, la
víctima pertenecía a una clase con bajos recursos, por lo que iba a utilizar el
dinero para cancelar la hipoteca de la casa, además de satisfacer las necesidades
familiares, como la vestimenta, la escolaridad de los hijos y la alimentación
de todos los integrantes de la familia.
Los asesinos lo habrían interceptado cuando salía del banco,
en una de las populares “salideras bancarias”, mientras se dirigía a su automóvil.
Una hipótesis sugiere que algún empleado del banco habría dado la información a
los asaltantes, que habrían esperado para atacarlo.
Al lado del cuerpo los asesinos habrían dejado una carta, el
siete de picas, sembrando incertidumbre sobre las autoridades policiales.
También se encontró el arma homicida tirada en un contenedor de residuos
ubicado en las proximidades de la escena del crimen.
Entre los sospechosos se encuentran la mujer de la víctima,
el cajero que le habría entregado el dinero y una banda de delincuentes llamada “asesinos de
picas”, inculpados por su modus operandi, que se basa en dejar cartas de “picas”
en el lugar de los hechos luego de ocurrido el crimen.
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