domingo, 9 de junio de 2013

El lenguaje sexista

El sexismo es un termino que habitualmente se utiliza para referirse a la discriminación de las mujeres. Y éste caso no es la excepción. 


El lenguaje sexista se refiere a la discriminación de personas, que se manifiesta en el lenguaje, de un sexo por considerarlo inferior a otro. Ésto se da en dos sentidos: por un lado, en lo que concierne a la identidad sexual de quien habla y por otro en lo que se refiere al tratamiento discriminatorio que sufren las mujeres en el discurso ya sea por el término utilizado o por la manera de construir la frase.
En idiomas como el español el género gramatical tiene por forma no marcada el masculino de los sustantivos y adjetivos, de forma que pasa a ser el género masculino el inclusivo o incluyente frente al femenino marcado, que pasa a ser el género exclusivo o excluyente: "Los alumnos de esta clase" incluye a hombres y mujeres, pero "las alumnas de esta clase" excluye a los varones.
Por otra parte el femenino suele tener connotaciones semánticas despectivas en español o de cosificación y pasividad. Estas diferencias se perciben también a nivel léxico y existe tendencia a identificar lo masculino con manifestaciones de voluntad o de violencia. Si los hombres ocupan una posición de autoridad, se les nombra con el apellido, pero a las mujeres se prefiere tratarlas con el nombre de pila.
Por su parte la Real Academia Española publicó un informe titulado «Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer»(mediados del 2012), redactado por Ignacio Bosque y presentado en el Pleno de La RAE, se hace una crítica pormenorizada de algunas de las guías para un uso no sexista del lenguaje publicadas por diferentes instituciones públicas. En el informe muestran el desacuerdo por no haber contado con la opinión de quienes se dedican al estudio y enseñanza de la lingüística, declarando que las guías de uso no sexista del lenguaje, conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices. Según la RAE, "un buen paso hacia la solución del `problema de la visibilidad´ sería reconocer, simple y llanamente, que, si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus términos más estrictos, no se podría hablar". No obstante se afirma en el informe que no hay ilegalidad alguna en las recomendaciones sobre el uso del lenguaje que se introducen en esas guías.
En España, el autor Álvaro García Meseguer, afirma que el español no es una lengua tan sexista como el inglés. En su análisis, defiende la idea de que el origen del sexismo lingüístico reside en el hablante y en el oyente, pero no en el sistema. Para este autor hay que distinguir el sexismo lingüístico de otros sexismos. "Un hablante incurre en sexismo lingüístico cuando emite un mensaje que, debido a su forma (es decir, debido a las palabras escogidas o al modo de enhebrarlas) y no a su fondo, resulta discriminatorio por razón de sexo. Por el contrario, cuando la discriminación se debe al fondo del mensaje y no a su forma, se incurre en sexismo social.Una misma situación de la realidad, sexista o no, puede describirse con un mensaje sexista o no. Sexismo social y sexismo lingüístico están relacionados entre sí pero no deben identificarse."
Por su parte, Soledad de Andrés Castellanos ya en el año 2001, recopiló lo que llamó reflejos en la prensa sobre sexismo y lenguaje. En su opinión "el sexismo sí está en las palabras; está presente en los hechos, en las realidades cotidianas, en los derechos de los individuos y en las leyes, pero también en el lenguaje, también en las palabras. Y negarlo no va a contribuir a desterrarlo de nuestra sociedad. Otros profesionales deberán luchar contra el sexismo en otros ámbitos; los lingüistas y demás profesionales de la palabra deberemos también denunciar el sexismo lingüístico, y contribuir a corregir los fallos en estos espacios. Tarea nuestra será matizar en qué recursos radica, y cómo evitarlo por procedimientos razonables y no estúpidos, sensatos y eficaces."
Hay formas en las que podemos evitar la discriminación a traves del lenguaje, usando las siguientes formulas:

  • Nombres colectivos (profesorado, en vez de los profesores, alumnado,en vez de alumnos...)
  • Perífrasis (la persona interesada, en vez del interesado)
  • Construcciones metonímicas (la juventud, en vez de los jóvenes)
  • Desdoblamientos (Señores y señoras, niños y niñas)
  • Uso de barras (Sr/a)
  • Omisión de determinantes o empleo de determinantes sin marca de género (cada contribuyente en lugar de los contribuyentes)
  • Uso de formas personales genéricas o formas no personales de los verbos ("es preciso atender más" por "es preciso que el alumno atienda más").

1 comentario:

  1. citar fuentes, utilizar enlaces, las formulas para no discriminar, se deberían resaltar, quizás en una columna del costado, la más angosta.... A

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