domingo, 17 de junio de 2012

Crónica

Texto observación: crónica en diario La Capital  - crónica en  blog Señales 
Comparar títulos, entrada, primer párrafo, construcción, selección, valoración, 
Otros estilo en un blog 

La crónica    (texto de Sonia Vigliocco)

El antecedente etimológico del nombre crónica es “cronos”, que significa “tiempo”, por lo que hace referencia a una narración ligada a la secuencia temporal. Sin embargo, lo importante de este género más que la información, es su función interpretativa, ya que la narración de los hechos en un medio informativo incluye la valoración del autor.

El cronista tiene la misión de informar sobre lo sucedido pero a diferencia de la noticia, lo comenta desde su punto de vista. Es decir, es un relato sobre un hecho noticiable, pero en el que se incluye la valoración parcial de su autor. Se trata de una interpretación subjetiva de los hechos ocurridos, contados desde el lugar en el que se producen.
Dentro de este género, la información y la interpretación son dos componentes importantes. Su estilo creativo la acerca a la literatura. En este sentido Héctor Borrat lo considera cercano a una obra literaria y asegura que la crónica es un texto redactado con estilo libre, firmado por su autor y que se caracteriza principalmente por el uso de recursos de la literatura.
En la crónica se destaca la creatividad de su autor, que es un testigo presencial que da fe de lo que ocurre de acuerdo con su propio punto de vista. La firma de quien la escribe es un dato importante para el lector por su triple función noticiosa-informativa-valorativa, aunque la libertad de quien la relata está condicionada por el hecho que se narra, es decir por la información en la que se origina.
El autor no puede cambiar el hecho sobre el que se basa su crónica. Si bien incluye su perspectiva sobre lo que sucedió no puede modificar los hechos noticiables objetivos, ya que por encima de las preferencias ideológicas del cronista está la objetividad de lo acontecido. Es decir, el autor tiene cierta libertad expresiva en cuanto al estilo y la creatividad con la que escribe su texto pero debe respetar la veracidad de los hechos narrados.
La crónica tiene, además, el propósito de orientar, por lo que esta libertad de estilo también deberá combinarse con el conocimiento previo del acontecimiento del que se habla, de forma que el lector adquiera un conocimiento global desde un determinado punto de vista. Teniendo en cuenta todo ello, puede definirse la crónica como “un texto redactado desde el lugar en el que han ocurrido hechos noticiables y donde es imprescindible la interpretación de su autor”.
Quien redacta una crónica abandona la estructura formal de la pirámide invertida, que es una característica del periodismo exclusivamente informativo. Como en todo trabajo periodístico, la titulación es el principal medio para atraer al lector. Es importante que la titulación tenga elementos interpretativos para dejarle claro al lector que no es una noticia. Respecto a este tema Álex Grijelmo considera que los titulares de las crónicas pueden ser de tres tipos: como cualquier otra noticia, es decir, con importancia en el contenido informativo; con cierta carga de interpretación, que es el titular más específico de este género; y con una opinión, bastante utilizado en las crónicas taurinas y deportivas.
De acuerdo a Gargurevich existe un consenso acerca de la forma en que se escribe una crónica periodística, en estructura cronológica al modo antiguo, que sería: introducción al tema, luego el desarrollo de la historia y la conclusión del juicio sobre el tema. Johnson y Harris consideran que en la entrada es importante retener el interés del lector. En este sentido, el relato se construye a medida que se desarrolla sin necesidad de utilizar olas reglas del orden cronológico o el de las cinco preguntas.
El cuerpo de la crónica tiene un estilo libre, por lo que el cronista puede dar más importancia al hecho noticiable, o, por el contrario, puede destacarse su valoración de lo sucedido. Es importante captar al lector de modo que conserve su interés a lo largo de la crónica y que se sienta atraído hasta el final del texto. Caparrós señala que “la magia de una buena crónica consiste en conseguir que un lector se interese en una cuestión que, en principio, no le interesa en lo más mínimo”. Por ello podemos concluir que es importante la escritura en sí, el léxico y el estilo utilizado por el autor.
El Manual de Estilo del diario Clarín sostiene que la crónica sin ser una mera descripción de hechos lo que hace es reconstruir un acontecimiento de la actualidad. Para este manual la regla para la construcción de una crónica es el ordenamiento de la información según su relevancia. Es decir que su estructura no necesariamente tiene que respetar el orden cronológico de los hechos. Los elementos que debe tener la crónica de acuerdo al citado manual son:
La cabeza: contiene lo principal de la información, pero no es un resumen del texto. Debe ser directa, concisa y contundente y desarrollar un concepto. Esto requiere una evaluación de la información de acuerdo a las necesidades informativas del lector.
El cuerpo: desarrolla la información presentada en la cabeza y puede responder a las preguntas qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué según la importancia que cada una de ellas tenga en cada caso. Además se deben incluir los datos necesarios para contextualizar una información. El cuerpo debe mantener la atención del lector hasta el final".
El remate: debe agregar un elemento informativo atractivo que se articule con la cabeza.
En una crónica no siempre crónica se respeta la línea temporal. Es más bien la alteración de ese orden la que presta interés al relato. La crónica es una forma de ver el mundo filtrada por el contexto cultural del observador.
Para La Nación, la crónica debe construirse "a partir de unas líneas muy atrayentes y fuertes que contengan la esencia de lo que pasó, de lo que se quiere transmitir". Se explica que las crónicas debían ir encabezadas por un copete que "contenían circunstancias muy precisas". Si bien se admite que el copete "fue perdiendo fuerza", recomienda que el periodista no olvide las preguntas básicas (qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué) "que lo ayudarán a articular su original".

Interés contemporáneo por las crónicas
Los críticos y lectores a partir del siglo XX han demostrado gran interés por las crónicas de indias. Ello se debe a:
- constituyen documentos primordiales para que los historiadores puedan reconstruir el período en el que fueron escritas.
- escritores hispanoamericanos contemporáneos tomaron de ellas temas, personajes, actitudes, mitos para realizar sus obras. Asimismo estas crónicas son una fuente de inspiración para creadores de otros campos artísticos.

- la situación comunicativa planteada por las crónicas se convirtió en forma de contenido de obras literarias posteriores.

- algunos mitos cuyo nacimiento testimonian las crónicas, son útiles en la actualidad para filósofos, antropólogos y sociólogos para expresar simbólicamente los rasgos hispanoamericanos.

Bibliografía:
- Vivaldi, Gonzalo Martín. "Géneros Periodísticos". Madrid, 1979.
- Gargurevich Juan. "Géneros Periodísticos". Editorial Belén 1982.
- Peñaranda Raúl U. "Géneros Periodísticos: ¿qué son y para qué sirven?". Sala de Prensa 26. Diciembre 2000.
- Juan Carlos Gil González, Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla, España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario